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TRANSCRIPCIÓN
Cuentas un problema a alguien con sus pesadumbres correspondientes y te sueltan: tía, es que eres muy negativa, tienes que cambiar de mentalidad.
Whaaaat? Aua, aua, aua. Hoy, hablamos del error de concepto cuando hablamos de mentalidad.
Hola a todos, soy Ire Martín y en este podcast hablamos de mentalidad, emprendimiento, psicología, revolución y mucho amor con humor.
Alguna vez os he contado que aunque yo hable del concepto mentalidad, no me veo representada del todo y quiero contaros por qué.
De un tiempo a esta parte todo es mentalidad y autoconocimiento. Todo. Hasta reciclar una lata en el contenedor amarillo. Pos mu bien.
Pero entonces no estamos hablando de lo mismo.
Muchas veces se confunde la mentalidad con la actitud y hay una diferencia clave.
Según la hipótesis de la retroalimentación facial fuerte, si tú fuerzas una sonrisa ante el espejo eso te cambia el estado de ánimo. Pero no es del todo cierto. Ya que más bien podría llegar a modificar la intensidad de la emoción, y no está del todo evidenciado científicamente, pero no ocasiona la experiencia emocional.
Para mí es un claro ejemplo de esto. Del sonrie que estás más guapa y todos esos “tía, anímate”. Puede generarte un ligero ok, pero no es en sí lo que te genera el cambio.
La actitud, para mí es muy importante pero creo y practico más un cambio interno que genera y cambio de actitud y no al revés ya que por experiencia en estos más de 10 años al final ese tipo de cosas genera un efecto yoyo emocional.
Sí, me he inventado el término, una que es creativa, ya sabéis.
Y a este respecto también ocurre con gente que trabaja la motivación muy desde la cheer leader en vez que desde la transformación.
¿Es malo? No, que cada uno haga lo que quiera, pero creo que al final se terminan confundiendo los términos, como ha pasado con la mentalidad o el mindset.
En el mundo del marketing ocurre mucho que se habla de mentalidad pero buf, esto tiene infinidad de matices porque si bien es cierto que determinadas cosas te abren los ojos, hay otras que también están dentro del concepto de mentalidad, que son muchísimo más profundos.
Y en esas me hallo. Hablando de mentalidad porque es lo que se comprende en el imaginario colectivo general pero sintiéndome un poco como el valenciano que ve llamar paella a cualquier arroz con cosas ajjaja pues siento que en parte igual que el concepto de paella, también se ha prostituido el concepto de mentalidad.
En algún momento crearé un nuevo término o algo me inventaré, no os pensé que esto va a quedar así aaja, pero al menos que sepáis que cuando alguien habla de mentalidad, seguramente JAMÁS haya 2 personas refiriéndose a lo mismo.
Está de moda y mola mucho hablar de lo emocional y el autoconocimiento, pero no hay que perder el norte ni el foco.
Al final quien sale perdiendo es tanto el usuario que contrata algo y luego se queda igual como el que no sabe y vende algo y luego se le come el síndrome del impostor. Creo que también hay momentos de autocrítica en los que ver realmente qué estamos haciendo, qué transformación conseguimos en el otro, sostenida, realmente y estar en constante evolución y formación de calidad, of course.
No podemos acompañar a nadie a ningún sitio donde no hayamos llegado nosotros. En esto se resume un poco todo lo demás.
La actitud es una decisión puntual si viene motivada de fuera y ya, como el ejemplo que os comentaba.
Y algo que te nace sostenido en el tiempo a medio y largo plazo si ha surgido de un cambio interno. De ahí la confusión.
La mentalidad es un proceso de transformación que luego puede influir en nuestra motivación, actitud, etc. Fruto, por supuesto de un gran trabajo de autoconocimiento.
Abriremos debate de esto en Instagram y hablamos de esto, que me apetece mucho y además.
Como veis, esto es una oda al “coño, llamemos a las cosas por su nombre y no liemos al personal”. También os digo, y pasa en TODOS los fuckkng sectores. Sieeeempre hay algo que no se entiende bien, sea el concepto branding, copy, mindfulness, alimentación consciente o lo que sea. SIEEEMPRE.
Y yo os recomiendo que en vez de cabrearse e intentar que todo el mundo cambie su concepto de “paella”, lo asumamos, nos actualicemos en concepto y busquemos otras formas de explicar lo que hacemos para que no caigamos en un saco al que ya no pertenecemos.
La educación de la audiencia es clave y tener mucha mano pedagógica. Tienes que pensar que si quieres ayudar a la gente, primero hay que aceptarla, luego realizar juntos la curva de aprendizaje para adaptar y equilibrar conceptos y desde ahí os entenderéis y trabajaréis mejor.
Así que ya que me estás escuchando, aunque te habrá quedado claro, solo confirmar que no me representa el todo a 100 en mentalidad y autoconocimiento y que me ubico más en un mindset de nueva generación, menos casposo y cuñado y de mayor impacto emocional.
Espero que te haya gustado este episodio y nos vemos en nada en el siguiente. Un beso enooooorme y que no sea un día cualquiera.
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