Hoy vengo en modo festivo.
Con nuevo look y mucho power, así que si el postureo parece reinar, no me lo tengan en cuenta.
Antes de meterme en faena, quiero daros las gracias por todas las muestras de cariño, el entusiasmo compartido y el hippie love que me profesasteis el viernes con el lanzamiento de mi nueva imagen corporativa.
Si te perdiste por mis redes sociales ese día seguramente tu sangre, como la mía, se volviera sabor piruleta por la oda al amor y el reconocimiento masivos.
Pero… [súperzoom] hablemos de ti.
¿La libertad te hace realmente libre o te condena?
Parece una redundancia imposible pero no lo es.
Cuando emprendemos soñamos con la posibilidad de tener más libertad.
De tiempo, creatividad, dinero… Todo lo que no podemos hacer por cuenta ajena de pronto lo proyectamos en el trabajo por cuenta propia y el American Dream se reencarna sobre nuestras estrías creando unas preciosas dunas en las que sentarse cóctel mediante.
Pero no.
Lo que me encuentro con todos los emprendedores con los que trabajo es que la libertad muchas veces lo único que les hace es condenarles.
El lunes en los stories (os los he dejado también en destacados de Instagram) hablábamos de la adicción al trabajo. Eso que hace que nunca tengamos días libres, echemos más horas de las necesarias y al final estemos en un bucle intoxicado que nos apaga.
Esto no ocurre porque tengamos muchísimo trabajo acumulado. En un altísimo porcentaje ocurre realmente porque nos agarramos a ello para no mirar alguna parte de nuestra vida que no nos llena.
Tapar carencias emocionales con el trabajo es un clásico.
Creer que la libertad nos la da una situación u otra también es otro clásico. Y además el trabajo es la excusa perfecta para dedicarle menos horas a nuestra vida y huir por una buena causa.
Cuando pasan las semanas y los meses y ves que tienes menos dinero que cuando tenías jefe y menos tiempo que cuando ibas todos los días a una oficina gris, algo falla.
Si nosotros estamos emprendiendo para ser más libres o cuando trabajábamos por cuenta ajena no nos pasaba esto, ¿por qué ocurre?
Se nos activan todos los warnings cuando empezamos a ser libres, a caminar solos, tomar decisiones solos. El modo libertad on nos hace conscientes de que los somos en otras facetas de nuestra vida y a veces a nuestra mente se le hace bola y le cuesta asimilarlo. Es una situación muy nueva si resulta que nunca antes lo habíamos experimentado.
Pero esto no ocurre en el 100% de los casos, sobre todo ocurre cuando viene acompañado del síndrome Peter Pan, de una sobreprotección en el pasado y de un desempoderamiento considerable.
¿Se puede aprender a ser libre?
Libertad es, en la mente de todos los emprendedores que lo viven de esta forma, sinónimo de responsabilidad.
Cuanta más libertad, mayor responsabilidad, y por tanto más posibilidades de que meta la pata hasta el fondo.
Así que la solución es procrastinar lo máximo posible empezar a tomar decisiones y vamos de mano en mano a que todo el mundo nos dé respuestas que, posiblemente, no nos sirvan porque estemos programados para ello.
Desprogramar todas las creencias negativas asociadas a la libertad es parte de la Detox que hago con mis clientes y que pronto (espero) podré compartir con vosotros.
Es importante ser conscientes del discurso que nos marcamos y hacer un poco de balance mirando atrás y observando las decisiones que consideramos erróneas y que hemos ido tomando a lo largo del camino emprendedor. ¿Tiendes a culpar, seguramente inconscientemente, a alguien de aquello (mentor, curso, amigo, familiar…)? ¿Te vienes abajo anclando dentro de ti que no eres capaz de hacerlo solo ni tienes los recursos para salir de ello? ¿Te sientes en bucle una y otra vez?
Ahí lo tienes.
La creencia base
Pero es que además, con mis investigaciones al respecto, he llegado a la conclusión de que se activa la creencia de que es muy difícil tener dinero y que cuesta mucho esfuerzo y sacrificio.
Por tanto se instala ese contexto de sacrificio y esfuerzo, de forma incosnciente y como si de una fórmula mágica se tratase, para alcanzar el éxito ya que es lo que tenemos programado.
El resultado al final es una lucha interna que nos hace sufrir de una forma un tanto fea y que no es cuestión de mantener en el tiempo.
Si te ves un poco reflejado, si tienes la sensación de que no estás siendo libre y crees que además tienes las creencias haciendo la conga cada vez que piensas en éxito, déjame un comentario y le damos un rato al pico, que compartiendo reflexiones es cuantos más clicks mentales se hacen.
¡Aquí te espero! A darle al pico, hermanos.