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TRANSRIPCIÓN
Cuando estaba terminando la carrera de publicidad, me daba pánico hacer las prácticas en una agencia por miedo a que se me terminasen las ideas y no sirviera para nada.
Luego en el mundo empresarial vi que ese síndrome no se daba solo en publicidad. Hoy, hablamos del miedo a que se te gasten las ideas y 3 pasos para que eso nunca ocurra,
Hola a todos, soy Ire Martín y en este podcast hablamos de mentalidad, emprendimiento, psicología, revolución y mucho amor con humor.
Pánico absoluto.
De siempre había sido una chica súper creativa y joder, solo pensar en ir a alguna parte a gastar mis mejores ideas y vaciarme de lo que yo era, buf… Era un riesgo que yo NI DE COÑA, pensaba asumir.
Así que mis prácticas de la carrera fueron en La Moncloa jajaja. En el departamento de comunicación y concretamente con la ley de protección a la infancia. La verdad es que la experiencia fue un puntazo que luego me dio vía directa a trabajar en el gabinete de crisis del gobierno, trabajo que rechacé por meterme a saco como productora de eventos. Vaya giros de los acontecimientos, amigos ajjaja.
Ya imaginaréis todo lo que me dijo todo el mundo. De loca para arriba. Hoy, bueno, y siempre, me he alegrado mucho de esa decisión, aunque el morbillo de ver según qué entresijos era guay.
El caso es que tanto en eventos como después, la vida me ha ido demostrando que mis ideas y creatividad no se gastan sino que crecen y que ese sentimiento que tenía y que luego reapareció al crear contenido con mi marca se debía más bien a un factor emocional.
No es lo mismo pensar Yo soy muy creativa que pensar que tienes ideas creativas.
Si las tienes, puedes dejar de tenerlas. Si no eres, lo eres. Y punto. Es tu identidad y no puedes dejar de serlo.
Entonces a lo mejor dices, uy, pues yo pienso que lo SOY pero me sigue dando yuyu.
Ay, amigas, pero si lo eres y esa creatividad no es siempre aceptada ni comprendida por todo el mundo. OMG, traerme un cuchillo y adiós mundo cruel.
Si no aceptan ni gusta lo que soy, que es ser creativa entre otras cosas, me tiembla hasta el glóbulo rojo más recóndito de mi ser.
Ser creativa y su expresión: ideas, contenidos, opiniones, expertise… es MOSTRARME.
¡Boom!
Que de matices tiene el coñazo de mostrarse y encima te pillan toditos, estarás pensando ajja.
Pues sí, pero que bien agrupar todos los “males”, entre comillas, juntos.
Darme cuenta de que mi creatividad era mi fuerza pero también me hacía sentir vulnerable fue brutal.
Y además un crash mental muy grande porque estaba atrapada y desprotegida, tenía que escoger y no me gustaba ninguna opción. Si daba rienda suelta a mi creatividad corría el riesgo de sentirme rechazada si no gustaba, o no ser más guay que lo anterior, etc.
Remito aquí a la charla TED del genio de la creatividad de Elizabeth Gilbert, la autora de Come, reza, ama que explicaba la presión de escribir algo después de un best seller y temer que sea una mierda. Os va a encantar.
Fin del inciso. Fijaos qué presión. De nuevo la creencia no soy suficiente y tengo que protegerme. De nuevo el miedo a no ser aceptada, no pertenecer y tener que protegerme o encajar en moldes que no era yo.
Te suena, ¿no? Pues fíjate la tontería del miedo a compartir o no compartir qué de regalitos puede tener detrás jajaja.
Pero, ¿qué podemos hacer con esto? Que ya sabéis, que siempre es mi foco para no engancharnos en un dramático por qué, señor, por quéee que es cero consructivo y tremendamente destructivo.
Lo primero:
- Hacer el click de que puede estar pasando esto y no pelearse con ello. Aceptar y observar.
- Activar el modo solución: si me quedo sin ideas, ¿cómo lo puedo resolver? Por ejemplo, teniendo un back up de ideas, apuntando siempre toda inspiración, creando un método para reconectar con tu creatividad o inspiración, e incluso delegarlo puntualmente. Ponerse en el modo recurso desactiva la inercia de “soy una desgraciada” y activa nuestra madurez emocional, que es desde donde construimos.
- Disociarme momentáneamente de la ecuación y poner en la balanza qué pesa más: publicar lo que me nace creativamente y arriesgarme a que no guste o guardarlo para siempre y quedarme esa sensación. No hay decisión mala, pero estar en la lucha de ambas cosas es el coñazo, así que decide una u otra y tira palante.
- Abrir en caso de “emergencia”. Si no gusta lo que publico a mi público es una súper oportunidad de conocerles mejor, saber por qué y ajustar para la siguiente. CONOCER A TU PÚBLICO MÁS Y MEJOR es lo que crea los negocios en crecimiento my darling.
Es algo que digo tooodo el rato y que no me cansaré de decirlo. Y ocurre con todo. Todo nuestros miedos traen un regalo oculto aunque no lo veamos, aprender a verlos es lo que nos hacen entrenar y fortalecer esa madurez emocional. Puedes escucharte el episodio 32 donde hablo de cómo superar catarsis emocionales y menciono más este tema del regalo oculto.
Ya ves que nos pasamos el día dedicando tiempo a aprender habilidades en el escalón de acciones y comportamientos cuando hay ciertas cosas que se manejan con los hilos de la parte emocional que es mucho más profunda.
Por eso en mi método sieeempre mezclo las 2 cosas, porque son inseparables y de hecho aunque siempre son inseparables, en mi Academia lo que hacemos es dedicar una sesión al trimestre exclusivamente a la mentalidad para ir despejando el camino emocional que se vaya embarrando.
Me habéis preguntado mucho estos días por si la Academia es para vosotrso o no y demás. Os recuerdo que la Academia es mi membresía donde trabajamos en TRIBU con el objetivo de crecer empresarialmente y en coherencia interna, que es la forma en la que se crece más fuerte.
Esto es lo que incluye:
Un bombazo absoluto estés en la fase que estés porque yo he pasado por todas las fases en las que están mis academiers y puedo asesoraros con ese expertise además del de cientos de clientes a los que ya he metorizado y sé lo que funciona y lo que no.
Si sigues teniendo dudas envíame un mensaje por telegram o instagram (usuario @iremartindice) o escribiéndome a dime@soyiremartin.com y atajamos el tema. Así aprovechas la oferta del Aniversario de este mes (guiño, guiño).
Espero que este episodio te haya abierto la mente, hayas hecho click e impacte en tus próximas decisiones.
Nos vemos en el siguiente episodio y mientras te mando un beso enoooorme, que hoy no sea un día cualquiera.
