Lo que nunca cuento sobre mi primer año de emprendimiento

TRANSCRIPCIÓN

Recuerdo perfectamente ese momento en el que me acababan de diagnosticar una enfermedad autoinmune degenerativa hacía 4 meses y tenía que empezar a decidir qué hacía con mi vida… No tenía dinero, me acababa de volver a casa de mis padres tras un tiempo en Barcelona y una relación que no fue y mi emprendimiento no me hacía feliz. Ese no era el camino. Sin duda no lo era.

 

Hoy te hablo de decisiones, de lágrimas y de crecimiento.

 

[CABECERA]

 

Hola a todos, soy Ire Martín, publicista, escritora y diplomada en bne, y en este podcast hablamos de mentalidad, emprendimiento, psicología, conciencia de unidad y mucho amor con humor.

 

Hoy quiero contaros algo más sobre mi historia.

Hay mucha gente que me conoce ahora o este año, el año pasado y piensa que todo fue fácil y que siempre fue así.

 

Me llega mucha gente contándome todos los problemas que tienen escudándose en las circunstancias y en que la vida conspira hacia ellos. No me enredaré en esto porque pronto saldrá otro episodio sobre cómo vencer el victimismo.

 

Pero, la gente que me conoce y sigue desde hace más de 4-5 años sabe que esto jamás fue así.

 

Como todas las vidas, traen sus mochilas, sus experiencias, sus parejas tóxicas, historias de abusos, maltrato de cualquier tipo y la mía no era distinta.

 

Siempre había estado tan protegida por mis padres que no me sabía manejar en el mundo. Yo entiendo que conociéndome debes estar pensando: bueno, tendría sus momentos de duda pero seguro que no era para tanto y yo estoy peor.

 

Bueno… Sometía CADA DECISIÓN a consenso con mi familia y con mis amigos de la universidad en ese momento. Las decisiones de mi empresa, cuando ni unos ni otros tenían ni puta idea, las decisiones de mi vida… Todo.

 

VIVÍA PIDIENDO PERMISO.

Además, fíjate que una frase que yo repetía mucho cuando tenía que hacerle algún favor a alguien era “no soy la secretaria de nadie” pero es que me ardía la sangre. Era por esto, yo me sentía como la secretaria complaciente de todos menos de mí misma.

 

30 años así no son tan fáciles de desenmarañar.

 

Pero vuelvo al momento con el que he empezado el episodio.

Yo el año anterior había dejado la agencia donde trabajaba y me había puesto a impartir cursos presenciales de gestión emocional enseñando herramientas varias. Al poco me fui a Barcelona y el 1 de diciembre comenzaron los síntomas.

 

Yo pensaba que era una contractura. Todo apuntaba a que era una contractura, pero no… Recuerdo perfectamente la llamada a una fisio de allí a la que le comenté lo que me pasaba y que me dijo… A ver si no va a ser muscular y va a ser neurológico. “Está flipando” – pensé yo. El día antes había ido a urgencias y el médico me había confirmado que era una contractura.

 

Pues no, los médicos muchas veces no tienen ni puta idea. Recordemos: no es la profesión, es la persona detrás de esa profesión la que hace la magia. Después de muchas pruebas y mucho sustó llegó el diagnóstico. Otro médico diciendo que a lo mejor no se me pasaba ni podía volver a escribir o conducir, que se acabaron los sitios de mucho calor (no podría volver a ir a un concierto o un spa. Vale, puedo vivir con eso) y que no tenía cura.

 

Al menos no me muero de eso, pensé. Pero todos mis planes se fueron abajo. La relación de ese momento ya llevaba tiempo sin funcionar (vale, nunca funcionó) y volvía a casa de mis padres a volver a pedir permiso y a meterme en el patrón familiar.

 

Estuve muy jodida anímicamente, no podía escribir whatsapp, partirme la comida… Hasta que un día me dije, tía inténtalo. Aunque no te salga bien del todo, hazlo. Mágicamente todo mi cuerpo empezó a revertir aquellos síntomas y tuve una recuperación del 100%.

 

Pero luego venía la segunda parte, qué hago con mi trabajo. Me lo habían pintado tan negro que lo mejor era trabajar por cuenta ajena por si tenía que estar de baja cada 2×3 que siguiera teniendo sueldo. Pero… Esa era la vida que yo quería? Yo no sabía si viviría 2 años más o 70, no podía hipotecarme de esa forma.

 

Y fue una decisión MUY difícil. En un entorno CERO emprendedor, con todo el puto mundo opinando sin tener ni idea y diciendome que yo podía con todo (si no lo has oído, te recomiendo el episodio sobre la manipulación oculta del elogio).

 

No fue fácil pero aposté por vivir y tiré. Giré mi proyecto hacia donde sí quería. Empecé a dar pasos, a ver que no avanzaba, que el contenido que creaba gustaba pero no me hacía rica ni me permitía irme de casa. Muchas sombras. Pero también muchos momentos de a tomar por culo voy a vivir.

Para mí vivir era sinónimo (y lo sigue siendo) de tomar decisiones que me nazcan y apetezcan aunque no sepa muy bien donde me llevan. Si iba a seguir sin resultados, al menos pasarlo bien.

 

Entonces abrí el grupo de Fb de emprendedores no convencionales y ahí cambió todo. Mi forma de comunicar, mi tipo de contenido. Era mi sitio de experimentación sin venta ni ningún tipo de intención, solo experimentar.

 

Allí se creó la base de una tribu fuerte, fiel y enganchada a lo que publicaba cada día de la semana porque cada día hacía una sección.

 

Mi pareja me decía que me pasaba el día en Facebook y que perdía el tiempo. Y así era. En aquellas me sentía mal, muchas dudas, seguía sin saber cómo generar ingresos más allá de cubrir la tasa de autónomos. Lo que no sabía es que estaba generando mi mayor tesoro que era mi comunidad.

 

Cuando tomas decisiones no sabes cómo van a salir, solo actúas. Si ahora alguien lee esto dirá “claro pero eso salió bien”. Sí, pero yo no sabía si saldría. Años sin saberlo. Años cubriendo solo autónomos y poco más porque no sabía gestionar mi talento y mucho menos mis emociones.

 

Años tomando decisiones, apuntándome a cursos donde todo era precioso pero no lo sabía implementar bien o algo se me escapaba.

 

No me permitía ni brillar, ni salir a la luz ni hostias.

 

Muchas capas después, traumas, y trabajo empezó a salir. Yo he llegado a facturar un 400% más en un año con a penas 2500-3000 seguidores en Instagram y una lista de suscriptores de menos de 1000. El crecimiento empezó a llegar, después de atravesar muchas sombras.

 

Por eso soy tan directa o os hablo tan claro cuando me contáis. Por que sé lo que es creer que estás atrapado. Sé lo que es pensar que estás condenada y que no hay remedio pero querer que lo haya.

 

Sé lo que es pensar CADA DÍA DURANTE AÑOS que la estás cagando y estás huyendo sin ganar un duro y que tienes que hacerte mayor y enfrentar la realidad. Lo sé. Por no hablar de la gestión médica, etc. y un millón de cosas más.

 

La historia da para saga, pero si te interesa, dímelo y otro día amplío más cosas que hoy no te he contado.

 

Lo importante, lo que te quiero transmitir hoy es que hice muchas cosas que no trajeron resultados inminentes. MUCHÍSIMAS. Pero todas las decisiones que nacían de un “voy a apostar por vivir” me acercaban un poco más a donde quería llegar.

 

TODAS esas.

 

Y que TODAS las decisiones que venían de la mano de personas con las que me identificaba a nivel historia personal, también me acercaban. Si esta persona ha roto los patrones que yo tengo, tiene que ayudarme en algo su pauta.

 

Cuando solté expectativas y me rendí pero seguí apostando por vivir, empezaron a cambiar las cosas.

 

Seguía teniendo momentos de caída, de duda, de deudas, de llantos, de miedo, desesperación, de TODO. Pero le daba más fuerza a los otros momentos.

 

Eso es empezar de absolutamente cero o de puntuación negativa. Y me he dejado muchos detalles importantes por el camino.

 

Cuando emprendemos, no solo tomamos una decisión sobre en qué vamos a trabajar. También es un posicionamiento en la vida de cómo quiero vivir el resto de mi vida. Y claro que no es fácil, a veces es hasta desaconsejable, pero te hace ver de lo que eres capaz y conectar sí o sí con tu fuerza y tu propósito.

 

Cuando vendemos, tenemos pánico. A mí me temblaban la voz y las piernas. ¿Por qué? Porque pensaba que estaba engañando, que se iban a decepcionar, que no lo haría bien y que les estaba robando. Pero cerraba los ojos y tiraba. Luego lloraba y me desesperaba por el miedo y la inseguridad pero cuando me calmaba tiraba. Y así.

 

Pero sabes qué? Que cuando vendemos tiene más miedo el que compra que el que vende. Ellos se la juegan más porque invierten sin saber si les funcionará, si serás un fraude, si ellos no sabrán hacerlo bien, si perderán el dinero, etc. Como tú cada vez que intentas hacer algo para seguir creciendo.

 

El que te compra, siempre tiene más miedo que tú. Es cuestión de decisiones. Y según tú trabajes las tuyas, será más placentero para ti vender y para tu cliente comprarte.

 

Es un trabajo interno y también de estrategia. Dar pasos sin perder el foco en lo que quieres. Transitando la sombra cuando aparece pero tirando.

 

Observalo, obsérvate. Mira tu miedo al comprar y lo que consigues cuando decides desde tu posicionamiento interno de quiero vivir y quiero seguir intentándolo. Hay un abismo.

 

Ese es el foco de decisiones.

 

Espero que esto te haya servido de inspiración. Quiero hablarte más profundamente de mi camino con la Visibilidad, que creo que es muy importante que lo sepas pero tal vez en otro episodio.

 

Lo que sí quiero decirte es que el 30 de noviembre por la noche caduca el cupón BLACKFRIDAY todo junto con el 67% de descuento en mi membresía Academia de Visibilidad.

 

¿Qué vemos ahí? Acciones para mover el culo y no estancarse, estrategias, ideas, mentalidad y mentorías cada mes para que no estés sola en el proceso de transitar las dudas ni en de potenciar el crecimiento. Puedes entrar en soyiremartin.com en Academia y ver toda la info o en academiadevisibilidad.com.

 

Entras ahora con el cupón BLACKFRIDAY todo junto por 9,99€ el pimer mes y 30 días después de que hagas el primer pago, pagas 27€/mes una ganga por tooooodo lo que incluye.

 

Habéis entrado más de 50 personas nuevas esta semana y lo que más se repite es que es oro puro.

 

Preparo cada contenido de la Academia con mucho amor, cariño y sabiendo lo mal que se pasa cuando no se consiguen resultados y se tienen mil dudas. Foco x 1000000.

Además allí comparto contenido que no cuento en ningún otro lugar, obviamente, destapo mis estrategias y bueno, es mi gran apuesta ahora y lo será los próximos años, por lo que voy a mimarlo cada día más.

 

Otra ventaja de entrar ahora es que siempre pagarás lo mismo, 27€. Y si en 2021 subo los precios, a ti no te afectará.

 

Emprende en comunidad, tribu fuerte, con creatividad, estrategia de conversión, sin miedo a vender y con las emociones al servicio de tu propósito.

 

Si te ha parecido interesante este episodio y lo compartes, me harás muy feliz y también si me dejas comentarios y estrellitas en Apple podcast o ivoox. Ha sido un placer compartir un poquito más de mi historia contigo.

 

Como ves, no somos tan distintos. Es cuestión de decisiones.

 

Estoy al otro lado para todo lo que quieras comentar conmigo.

 

Nos vemos en nada en el siguiente. Un beso eeeenorme y que no sea un día cualquiera.

⚡⚡⚡ ¿Quieres trabajar conmigo? Haz click aquí para ver las opciones o escríbeme.

🍹 Te espero en mi comunidad vía Telegram “Clicks mentales off the record donde envío clicks mentales extra y podemos comentar lo que se va moviendo en el mundillo.

COMPÁRTELO

Posts relacionados

2 comentarios
  1. Celedonia 29 de noviembre de 2020

    ¡Hola, Ire!,sigo tus podcasts cada domingo, me encanta tu cristalina forma de comunicar la vida misma, tanto en lo personal como en lo profesional. ¡Olé tú, eres pura inspiración!

    Responder
    • Ire Martin 2 de diciembre de 2020

      Muchísimas gracias, Celedonia. Que bonito tu mensaje <3

      Responder

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicado. Los campos obligatorios están marcados como *



🔐 RECIBE CONTENIDO EXCLUSIVO🔐

LAS MASTERCLASS PARA TU INSCONSCIENTE QUE TODO EL MUNDO RECOMIENDA

Si algo destacan de mí es el contenido exclusivo que envío en mi newsletters. Son verdaderas masterclass para tu inconsciente con ese toque de humor incómodo que engancha. Únete y gózatelo fuerte.

Las personas como tú visitaron…

Vivo fuera de la zona de confort, tal vez por eso pocas veces me verás en tacones.

¡Pero hablemos de ti!

Si eres nuevo por aquí, debes saber que soy escritora, publicista especializada en psicología de la comunicación in/consiente. Tengo tendencia a lo políticamente incorrecto, escribir sin filtro y ahuyentar el postureo, por lo demás no tienes nada que temer. Esta es tu casa, puedes pasearte descalzo.

Instrucciones para borrar cookies

Si has llegado a esta página pero no te aparece el vídeo, es por un problema con las cookies ya que Vimeo y YouTube necesitan unas específicas.

Sigue estos pasos:

  • Vete a los tres puntos que tienes al lado de tu foto, arriba a la derecha y entra en Configuración.
  • Selecciona Privacidad y Seguridad en el menú de la izquierda.
  • Pulsa sobre Cookies y otros datos de sitios en el menú centra.
  • Ve hacia abajo hasta Ver todas las cookies y datos de sitios.
  • En el buscador que tienes escribe soyiremartin.com
  • Pulsa en el icono de la papelera para borrar las cookies del sitio web soyiremartin.com.
  • Cuando vuelves a acceder a la web te saltará de nuevo el acuerdo de cookies, dale a aceptar todo (o, al menos, las necesarias y las estadísticas) y comprueba si ya te salen los vídeos de nuevo.

Si, una vez hecho, sigue sin aparecer, escríbenos a hola@soyiremartin.com y te ayudamos 😊